Al final, lo que pasa es que vas por la vida como si arrastraras una red de pesca, y la red cada vez pesa más porque está más llena de recuerdos, y no hay manera de parar en algún lado y soltar algunos de ellos. Estás condenado a arrastrar para siempre lo que atrapa la red de tus movimientos. ¿Qué hay dentro? De todo, como en las redes de verdad. Hay tiburones y sardinas, hay salmonetes deliciosos, pulpos, medusas venenosas y erizos punzantes. Y también hay rémoras. Sobre todo rémoras.

Cosas que hacen BUM, Kiko Amat
no sé qué será de nosotros. necesitamos muchísima suerte. y últimamente la mía ha sido muy mala. y el sol está acercándose. y, la Vida, tan fea como parece, quizá merezca la pena vivirse tres o cuatro días más. ¿crees que lo conseguiremos?

La máquina de follar, Charles Bukowski
A pesar de mi escepticismo me ha quedado algo de superstición, por ejemplo esta extraña convicción de que todas las historias que en la vida me ocurren, tienen además algún sentido, significan algo; que la vida, con su propia historia, dice algo sobre sí misma, que nos desvela gradualmente alguno de sus secretos, que está ante nosotros como un acertijo que es necesario resolver, que las historias que en nuestra vida vivimos son la mitología de esa vida y que en esa mitología está la clave de la verdad y del secreto. ¿Qué es una ficción? Es posible, e incluso probable, pero no soy capaz de librarme de esa necesidad de descifrar permanentemente mi propia vida.

La broma, Milan Kundera
No puedo obviar que para mí el optimismo es, en el mejor de los casos, un producto de esos discursos irreflexivos fabricados por mentes planas que no albergan más que palabras y una manera de pensar absurda, cuando no algo ciertamente vil: la triste venganza de los innombrables sufrimientos de la humanidad.

El mundo como voluntad y representación, Arthur Schopenhauer
¿Es posible amar tan desesperadamente que la vida resulte insoportable? No me refiero a un amor no correspondido, sino a estar metido de lleno en el amor. En medio del amor y desesperado. Porque sabes que se acabará, porque todo se acaba. Fin.

La constelación del Perro, Peter Heller
El mundo carece de principio de causación y, por tanto, de toda posibilidad intrínseca de culminación, es decir, de alcanzar una «meta», un «resultado», un «fin». Como consecuencia, el devenir y el tiempo en que se configura la identidad del sujeto, y su aparente libertad, no son más que una mera ilusión, una ficción de nuestro intelecto, que le proporciona al animal racional y enfermo la fábula compensatoria del sentido, a la que se agarra con uñas y dientes: sentido del mundo, sentido del tiempo, sentido de la acción racional. Pero la cosa es aún peor. Si toda realidad se reduce a un gigantesco impulso de carácter afectivo, pulsional e irracional; si el mundo es, en último término, Voluntad (y nuestra voluntad no es más que una tendencia ciega, una fuerza amorfa, un deseo vampírico y sin objeto que no quiere más que seguir queriendo), entonces la acción humana no es más que la eterna repetición de una querencia primigenia, enraizada en la ausencia de fin, de meta y de sentido. Y su corolario: esta repetición vacía conlleva la imposibilidad humana de alcanzar la felicidad y la plenitud, el absurdo de nuestras ilusiones a la hora de concebir el futuro como un espacio de satisfacción y realización.

True Detective. Antología de lecturas no obligatorias, VV.AA.
La gente se mueve hacia el futuro, dice mi padre, descentrada, sin orientación, fuera del camino en el que se movió en el pasado. Una amputación, dice mi padre, del sentido de la orientación. La obsesión nos hace perder el sentido del tiempo, uno confunde el pasado con el remordimiento.

Prisión perpetua, Ricardo Piglia
La mayoría de la gente se engaña mediante una doble creencia errónea: cree en el eterno recuerdo (de la gente, de las cosas, de los actos, de las naciones) y en la posibilidad de reparación (de los actos, de los errores, de los pecados, de las injusticias). Ambas creencias son falsas. La realidad es precisamente al contrario: todo será olvidado y nada será reparado. El papel de la reparación (de la venganza y del perdón) lo lleva a cabo el olvido. Nadie reparará las injusticias que se cometieron, pero todas las injusticias serán olvidadas.

La broma, Milan Kundera
En su año cuarenta y tres de vida, William Stoner aprendió lo que otros, mucho más jóvenes, habían aprendido antes que él: que la persona que uno ama al principio no es la persona que uno ama al final, y que el amor no es un fin sino un proceso a través del cual una persona intenta conocer a otra.

Stoner, John Williams
Si he aprendido algo durante estos años, algo que me parece extremadamente importante en nuestra época, tan rebosante de mediocridad, es lo siguiente:
No debes creer que eres alguien.
No creas ni de coña que eres alguien.
Porque no lo eres. No eres más que una mediocre mierdecilla.
No creas que eres alguien, no creas que eres nadie en absoluto, porque no lo eres. Sólo eres una mierdecilla.
Así que agacha la cabeza, y ponte a trabajar, mierdecilla. Así al menos sacarás algo en claro. Cállate, agacha la cabeza, trabaja, y sé consciente de que no vales una mierda.

Un hombre enamorado, Karl Ove Knausgård
La conciencia de mi propia miseria no me reconcilia en lo más mínimo con la miseria de los demás. Me repele que la gente se sienta hermanada cuando ve en los otros una bajeza similar a la suya. No anhelo ese tipo de hermandad viscosa.

La broma, Milan Kundera
Se empezó a preguntar si su vida merecía la pena, si alguna vez la había merecido. Era una duda, sospechaba, que le llegaba a todo el mundo tarde o temprano. Se preguntaba si a los demás les sobrevenía con la misma fuerza impersonal que le llegaba a él. La cuestión le sumía en la tristeza, pero era una tristeza general que -pensaba- tenía poco que ver con él o con su particular destino, ni siquiera estaba seguro de que la cuestión naciera de las causas más recientes y obvias que habían trastornado su vida. Provenía, pensaba, de su mayor edad, de la cantidad de accidentes y circunstancias y de lo que había logrado entender sobre ellos. Hallaba un gusto siniestro e irónico en la posibilidad de que, con la poca formación que se había procurado, se las había arreglado para llegar a una certeza: que a la larga, todas las cosas, incluso el conocimiento que le permitía saber esto, eran fútiles y vacías y que al final empequeñecían hasta convertirse en una nada donde ya no cambiaban.

Stoner, John Williams
Mañana me levantarán a gritos
para la ducha, y mi mano derecha
abrazará mi izquierda
y caerá la lluvia
sobre mi estómago
y la tiniebla
me abrazará otra vez
y será la penitencia soportarme
como la andadura del sueño
echo para no nacer: porque soy
un sacerdote de la nada
y todos los días fingiré que existo.


Poemas de la locura, Leopoldo María Panero
Ojalá hubiera podido vencer esa distancia, escribí. Daría todo por conseguirlo. Pero no lo consigo. Te amo, y puede que tú creas que me amas, pero no es así. Creo que te gusto, estoy seguro de ello, pero no te basto, y eso lo sabes muy dentro de ti. Tal vez necesitabas a alguien, llegué yo, y pensaste que tal vez podría servir. Pero yo no quiero ser alguien que tal vez pueda servir, no me basta, he de ser todo o nada. Tienes que arder como yo ardo. Querer lo mismo que yo. ¿Lo entiendes? Ah, sé que lo entiendes. Te he visto fuerte, te he visto débil, y te he visto abierta al mundo. Te amo, pero no es suficiente. Ser amigos no tiene ningún sentido. ¡Ni siquiera soy capaz de hablar contigo! ¿Qué clase de amistad sería ésa? Espero que no te tomes esto a mal, sólo intento decir las cosas como son. Te amo, así es. Y en algún sitio lo haré siempre, suceda lo que suceda con nosotros.

Un hombre enamorado, Karl Ove Knausgård
Qué frío hace en la tumba, hombre
qué frío de no tener ya nombre
como el agua del río, como el roble
como el silencio que castiga el grito
y seré para mí morir como un rito
y no como un hombre
sino como un roble.


Poemas de la locura, Leopoldo María Panero
El sentido no es algo que recibimos, sino algo que damos. La muerte hace que la vida carezca de sentido, porque con la muerte cesa todo aquello por lo que hemos luchado, y a la vez da sentido a la vida, porque su presencia hace imperdible lo poco que tenemos de vida, cada valioso momento.

Un hombre enamoradoKarl Ove Knausgård
Si hubiese sido más fuerte, pensó, si hubiera sabido más, si hubiese podido comprender. Y al final, sin clemencia, pensó: si la hubiera querido más.

Stoner, John Williams
Detesto ser una cosa que escupe y caga y tiene dientes que rechinan y se muere por un polvo. ¿Podría ser este aborrecimiento del cuerpo el camino para hallar consuelo al volverse espíritu? ¿Será eso lo que llaman «salvación»? Pero entonces, si yo era espíritu antes y habré de serlo de nuevo, ¿por qué tengo que padecer ser carne ahora? Debe de haber una razón que me impida saberlo, pero este no-saber lo vivo como un castigo, y esa vivencia alimenta el dolor y la duda. Plantearme estas cuestiones desata en mí una especie de cólera infantil e impotente; cólera por tener que enfrentarme a esta cuestión, desesperación por tener que ser algo. ¿Acaso no estamos todos crucificados en las cruces de nuestro propio cuerpo durante toda nuestra vida?

El evangelio de la anarquía, Justin Taylor