Hay más o menos cincuenta millones de espermatozoides en cada eyaculación; lo que hace un total de nueve Holocaustos en cada paja. Yo estaba alcanzando la pubertad cuando me lo contaron, o la pubertad me estaba alcanzando a mí, y cometía ese genocidio, de media, tres o cuatro veces al día.

Lamentaciones de un prepucio, Shalom Auslander
Los besos son importantes. Por culpa de un beso de buenas noches denegado por su madre cuando era niño, Proust teje toda una neurosis familiar en forma de novelón asmático, policromado, que en el fondo es todo él una indagación detectivesca alrededor de los besos furtivos o fantasmales, de los besos no dados o no recibidos o dados y recibidos a destiempo o a las personas equivocadas. Hay un trastrueque de cuerpos y soledades circulando por la novela de Proust, alguna de cuyas páginas a veces refracta la luz como un vaso facetado. Una novela policiaca sin crimen en la que todas las pruebas acusatorias se encuentran allá atrás, en el pasado. Lejos. Besos con sabor a magdalena mojada en té de lágrimas o besos con sabor a playa normanda o besos de bocas niñas, acatarradas, en un permanente carnaval de celos y de labios. En el paréntesis de un beso no pronunciado el mundo, de repente, deja de llover o se hace música y duele. Triste pero forzoso es admitir que los besos no recibidos han hecho más por la literatura que los besos recibidos.

Técnicas de iluminación, Eloy Tizón
Ésa era la diferencia entre Kafka y una encíclica vaticana, que el primero desea hacerse entender y la segunda obliga tiránicamente a creer. Que ambos, Kafka y la encíclica, pueden estar igual de desequilibrados y por lo tanto de lúcidos ante el desequilibrio del mundo, pero que el primero trata de hacernos ver la necesidad de su locura, en tanto que el otro se limita a imponerla cómodamente.

Historia de un idiota contada por él mismo, Félix de Azúa

No existe posibilidad alguna de comprobar cuál de las decisiones es la mejor, porque no existe comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin ningún tipo de ensayo. ¿Pero qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir ya es la vida misma? Por eso la vida parece un boceto. Pero ni siquiera boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin cuadro.

La insoportable levedad del ser, Milan Kundera
La lacra de la felicidad infantil ha extendido el deporte hasta convertirlo en un negocio de estado, sólo comparable con la fabricación de armamento nuclear; y ha rebajado las exigencias morales de los inexistentes adultos a niveles de jardín de infancia. No es de extrañar que en la actualidad la población desarrollada sea prácticamente analfabeta, a la manera de los niños, es decir, con una cantidad ingente de información inútil ocupando la totalidad del cerebro.

Historia de un idiota contada por él mismo, Félix de Azúa
Las universidades no son más que lugares donde está una clase media sin ninguna personalidad, que normalmente encuentra su expresión más perfecta en los alrededores del campus con sus hileras de casas de gente acomodada con césped y aparatos de televisión en todas las habitaciones y todos mirando las mismas cosas y pensando lo mismo al mismo tiempo.

Los Vagabundos del Dharma, Jack Kerouac
Hacer el amor con una mujer y dormir con una mujer son dos pasiones no sólo distintas sino casi contradictorias. El amor no se manifiesta en el deseo de acostarse con alguien (este deseo se produce en relación con una cantidad innumerable de mujeres), sino en el deseo de dormir junto a alguien (este deseo se produce en relación con una única mujer).

La insoportable levedad del ser, Milan Kundera
Ya se podían ir jodiendo todas las desconocidas a las que deseó durante años por las vías de Madrid. Él ya estaba servido, y se acariciaba con una mujer que le quería y a la que podía entrar en cualquier momento con reducidísimas, residuales posibilidades, ápices pulverizados, ninguna posibilidad a efectos prácticos, de rechazo.

Los millones, Santiago Lorenzo
El humor es importante; no puedo pensar en nada más importante que eso. No necesariamente para hacer reír a la gente, sino para hacerla sonreír. Para mí supone un vínculo inmediato el poder reírme con alguien o conseguir que se rían conmigo. No se trata que apunte o memorice antes de salir. Se convierte en un hábito, es una técnica de supervivencia. Hacer reír a tus enemigos una vez no tiene mérito. Pero conseguir que se rían una segunda o una tercera vez, en contra de su voluntad, les hace prestar atención. Es como cuando disparas un arma en público. El primer disparo no llama la atención de la gente. Caramba, yo no percibo un disparo a no ser que sea justo al lado de la ventana. Pero el segundo disparo llama la atención de todo el mundo.

El último dinosaurio, Hunter S. Thompson
Yo volveré a sentir tus manos que recorren con torpeza mi espalda, mi culo, mi entrepierna, buscando tal vez mi clítoris, pero sin saber dónde se encuentra exactamente, volveré a desnudarte, a coger tu polla con mis dos manos y a decirte que la tienes muy grande cuando en realidad no la tienes muy grande, Max, y eso deberías haberlo sabido, y volveré a metérmela en la boca y a chupártela como probablemente nadie te la había chupado, y luego te desnudaré y dejaré que tú me desnudes, una de tus manos ocupada en mis botones, la otra sosteniendo un vaso de whisky, y te miraré a los ojos, esos ojos que vi en la televisión (y que volveré a soñar) y que hicieron que fuera a ti a quien eligiera, y volveré a repetirme que no es nada personal, y aún entonces tendré mis dudas, tendré frío como ahora tengo frío, intentaré recordar todas tus palabras, hasta las más insignificantes, y no podré hallar en ellas consuelo.

Putas asesinas, Roberto Bolaño
De pie en el estrado, les hablaba a mis alumnos de realidades elementales sobre el mundo, la vida, y el lenguaje, pero, al mismo tiempo, a veces también me hablaba a mí mismo sobre realidades elementales del mundo, la vida y el lenguaje redescubiertas a través de los ojos y la mentalidad de un niño. Según cómo se desempeñe, puede ser una actividad tan refrescante como enriquecedora.

Sputnik, mi amor, Haruki Murakami
¿Qué soñabas?, le pregunta. La muchacha le responde que soñaba con su madre, muerta hace poco. Los muertos están tranquilos, piensa B estirándose en la cama. La muchacha, como si adivinara sus pensamientos, le replica que nadie que haya existido en el mundo está tranquilo.

Putas asesinas, Roberto Bolaño
La Historia es un continuo devenir de memos in extremis luchando por llevarse al huerto a la guapa del baile. Follar gratis, maltratar animales y niños, tener mansiones con caballos, cochazos del copón bendito y sirvientas obesas de alguna raza minoritaria. Ser reconocidos ad infinitum, sentir que bajo el culo siempre hay una cabeza en la que cagarse, ignorando que es la letra pequeña de la Historia lo que verdaderamente importa. Esperar pacientemente a los extraterrestres. Que te maten a polvos. Buenas vistas, tragarse de un tirón la aceituna de tu Dry Martini y adiós muy buenas. Que conste en acta.

Lady Grecia, Riot Über Alles y Vanity Dust

A lo largo de mi vida ha habido situaciones extremas, pero si tenemos en cuenta que no he tenido nunca un plan y casi nunca la autoestima necesaria para salir adelante, las cosas podrían haber salido mucho peor. Me limito a ir por ahí y ver qué pasa en cada momento.
No sé qué sucede cuando morimos, y no cuento con descubrirlo antes de palmarla. Seguramente no pasa nada, pero nunca se sabe. De momento sigo vivo, y he acabado por entender que algunos de los peores momentos de mi vida han desembocado en algunos de los mejores, así que no soy de los que devoran con avidez el melodrama ajeno. Cada día es cada día, y punto.

Cosas que los nietos deberían saber, Mark Oliver Everett
-Tú lo que eres es un pesimista.
-¿Y cómo quieres que no lo sea?
-Hasta en las peores horas se ve la luz. Eso creo que lo dijo Pezoa.
-Pezoa Véliz.
-Hasta en los momentos más negros hay un poco de esperanza.
-La esperanza se fue a la mierda.
-La esperanza es lo único que no se va a la mierda.

Llamadas telefónicas, Roberto Bolaño
Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino como reacción contra mi negligencia; que parezco generoso por encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por malpensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que sólo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno.

Memoria de mis putas tristes, Gabriel García Márquez